Eduardo Trigo nació en Madrid en 1960, en un ambiente bohemio y erudito. Desde niño, viajó por medio mundo, llenándose de paisajes variopintos.
Hijo de un conocido escritor y naturalista, creció entre las tertulias literarias de su casa, con personajes como Cunqueiro, Foxa o Rodríguez de la Fuente. En ellas aprendió la libertad de pensamiento y el culto al espíritu. El destino lo llevó a ser un jurista de prestigio, en una firma internacional, interviniendo en multitud de litigios relevantes. Su ingenio y sentido del humor le han permitido ser heterodoxo y crítico con cuanto merecía serlo. Igual que en el poema de su admirado Kipling, Eduardo Trigo ha tratado por igual al triunfo que a la derrota, siempre como a dos impostores. Tras larga espera, ha incursionado con fuerza en la novela negra. Su fina pluma y talento para la intriga dan un aire nuevo a esa narrativa, seduciendo a la inteligencia con personajes alternativos y entretenidas tramas, enriqueciendo el género.
Biografía
Eduardo Trigo nació en Madrid en 1960, en un ambiente bohemio y erudito. Desde niño, viajó por medio mundo, llenándose de paisajes variopintos.
Hijo de un conocido escritor y naturalista, creció entre las tertulias literarias de su casa, con personajes como Cunqueiro, Foxa o Rodríguez de la Fuente. En ellas aprendió la libertad de pensamiento y el culto al espíritu. El destino lo llevó a ser un jurista de prestigio, en una firma internacional, interviniendo en multitud de litigios relevantes. Su ingenio y sentido del humor le han permitido ser heterodoxo y crítico con cuanto merecía serlo. Igual que en el poema de su admirado Kipling, Eduardo Trigo ha tratado por igual al triunfo que a la derrota, siempre como a dos impostores. Tras larga espera, ha incursionado con fuerza en la novela negra. Su fina pluma y talento para la intriga dan un aire nuevo a esa narrativa, seduciendo a la inteligencia con personajes alternativos y entretenidas tramas, enriqueciendo el género.